Orígenes de Avinganya (3) Convento-panteón de los Montcada

Los beneficios y rentas al monasterio de Avinganya de Serós se ampliaron en años sucesivos. En 1218 el cura de Aitona, Guillermo Sabater, hizo entrega al convento de Avinganya y a la Orden de la santa Trinidad del importe de los diezmos y primicias de varias tierras, concretamente de aquellos que pertenecían a la iglesia de Aitona. Al año siguiente, Avinganya de Serós recibía –en manos de su ministro fr. Berenguer- un importante donativo de 500 maravedís, coincidiendo con el entierro de Bernardo de Bellvís, descendiente de aquel Bellvís que obsequió la torre a la orden de la Santísima Trinidad. Tal cantidad se utilizó para la obra de la iglesia, estructura que todavía se aprecia hoy después de las últimas reformas. Para atender plenamente tan importante suma, los Bellvís hipotecaron el castillo de Bellestar, y el castillo de Sucs (Lleida), pasando ambos a propiedad del convento si su mujer María –entonces embarazada- muriera sin prole.

Orígenes de Avinganya (2) De la torre y del convento Trinitario

La torre de Avinganya de Alcarrás y otras propiedades habían sido ofrecidas al monasterio de Poblet. Para mayor disfrute del citado monasterio, el papa Alejandro III, en 1171, acogió a Santa María de Poblet bajo su protección y ordenó que se observase la regla de San Benito. Les confirmó, asimismo, las posesiones de la torre o Granja de Avinganya de Alcarrás, la casa y “honor” de Lérida, y el “honor” de Fraga. También les confirmó la exención de diezmos y primicias por lo que respecta a las cosechas de su propia labor, o sobre los alimentos destinados a los animales.

Orígenes de Avinganya (1) Granja de Poblet

El nombre de la torre de Avinganya (Serós, Lleida) parece derivarse de conquistador almorávide Abin Ganiya, cuyo prestigio se acrecentó con la victoria sobre las tropas aragonesas dirigidas por el rey Alfonso I el Batallador en el año 1134. Esta torre pudo ser la residencia de descanso de dicho gobernador, rodeada de tierras de su propiedad con numerosos jornaleros. No es de extrañar que fuera un vergel ideal rodeado de frutales y árboles de sombras durante la etapa previa a la dominación cristiana.   

Noticias de Torralba despoblado junto a Torrente de Cinca

Torralba era una villa romana que se convirtió, durante la época musulmana, en torre de señales y, más tarde, en aldea de explotación agrícola, cuyo recuerdo ha llegado a nuestros días. Veamos.

Dentro de su término de Torrente de Cinca son frecuentes los hallazgos de época iberico-romana, como Torralba junto a la calzada romana que asciende desde el río hacia el montículo hacia los llanos de Cardell. Torralba o Torre Auba llegó hasta la reconquista cristiana que conservó el mismo lugar y caserío que mantuvo en época musulmana. Torralba fue conquistada prontamente por Sancho Ramírez antes del mes de abril de 1083, pues dicho rey donó la mitad de las parias del mismo al castillo de Ayerbe y la otra mitad en favor del monasterio de San Juan de la Peña. En 1101 tenemos noticias de haber sido ocupado Torrente, momento que se entrega la peña de San Salvador a Eneco Galíndez. Pero esta ocupación cristiana finalizó en 1134 con la batalla de Fraga y derrota de las tropas aragonesas de Alfonso I.

Primeras noticias de la cequia de Vall Llobar

Una de las primeras noticias referentes al aprovechamiento del agua del Alcanadre por parte de los vecinos de Ballobar (en la Edad Media reconocido como Vall Llobar, Vall Lobar, o Vallobar) la dio a conocer en su día el investigador Miret i Sans. Es un concesión relativa al año 1232, por la que los templarios de Monzón, -los de la cruz roja sobre fondo blanco- concedían a la villa el aprovechamiento del agua que quisieran extraer del Alcanadre. La concesión estaba firmada por mano del comendador de Monzón Raymundo Serra, y de fray Pedro Lobez o Lobera, comendador de la Ribera del Cinca, con el testimonio y acuerdo de los demás frailes de los conventos de Monzón y Chalamera. Previamente, en 1230, el rey Jaime I de Aragón había concedido en señorío la localidad de Ballobar, así como las de Fraga, Albalate y otros lugares del Cinca, a la condesa Aurembaix de Urgel.
 

El mito de la tolerancia religiosa en la Fraga medieval

En más de un ocasión hemos oído o leído que las religiones cristiana, judía y musulmana convivieron pacíficamente. Sin embargo, hemos podido comprobar que la documentación coetánea demuestra todo lo contrario. Las aljamas judía y sarracena de Fraga estaban separadas entre sí y separadas naturalmente de la cristiana, la dominante. Los judíos de Fraga de regían por los mismos preceptos que la aljama de Huesca, aunque contribuían como catalanes a la ciudad de Lérida. Por su parte, los musulmanes contribuían junto a los cristianos a la ciudad de Barcelona a través del procurador real de la villa; hasta 1375 como catalanes y, con posterioridad a dicha fecha, como aragoneses.

Cardell se despobló en el siglo XIV (2)

El clero de Fraga tenía derecho a cobrar impuestos a todos los habitantes de todas las aldeas y lugares agregados a Fraga, que recibían el nombre de Priorato de Fraga para las localidades de Fraga, Peñalba, Candasnos, Velilla de Cinca y Torrente de Cinca; y se denominaba entonces Promiciado de Fraga a las aldeas y lugares agregada que todos conocemos.

Cardell se despobló en el siglo XIV (1)

Los naturales identificamos con Cardell un edificio aislado en la extensa partida de su nombre, dentro del término municipal de Fraga, Partida ubicada en Monegros, entre Torrente de Cinca y Candasnos. Su nombre es muy antiguo, pues parece provenir de aquellas palabras que el latín hacía acabar en –ellum, el catalán en –ell, el aragonés en –iello, y el castellano en -iel. O sea, Cardellum, Cardell, Cardiello, Cardiel. No está muy claro si proviene de tierra de cardos, o bien, procede del nombre de un personaje, forma habitual de nominar algunos topónimos. Joan Corominas nos informa que en la Ribagorza existe una “Cova Cardelli”; o que en Navarra se emitió un documento que decía “Jordana et filius suus Kardiel (1052)”, o en el primitivo Aragón consta un “Appate Kardielle Galindones alcalde in Aragone (1062)”.  

Velázquez pintó en Fraga (1644)

La histórica villa de Fraga, convertida en cuartel militar y de abastos en la Guerra contra Cataluña, fue residencia del rey Felipe IV junto a su fasta corte. No obstante, el 31 de mayo de 1644 ,cuando ya estaba camino de Fraga. sus consejeros le intentaron hacer desistir de sus idea de convertir a Fraga en cuartel militar de su tropa, por ser  una villa muy pobre en esas fecha y poco saludable para el  rey. Sin embargo, el rey no quiso cambiar su primera decisión.

La iglesia de San José del Cegonyer (y 2)

Redificación de la iglesia de Agustinos
El obispo de Lérida, D. José Meseguer, acogiéndose al Real Decreto del 26 de junio de 1892 emprendió la remodelación de la parroquia de Fraga. A tenor del mismo, propuso al alcalde de la ciudad en 1894– D. Felipe Lafuerza Bernad- mantener la reducción de los párrocos en uno sólo, al tiempo que le pedía que aceptara la oferta de construcción de nueva iglesia sobre el derruido convento de los Agustinos. La propuesta añadía la obtención de los permisos oportunos y ceder de nuevo el solar a la iglesia. La autorización del diocesano de Lérida tenía fecha del 14 de marzo de citado año. En 12 de septiembre del mismo año, el Gobernador Civil de Huesca había autorizado a la alcaldía de Fraga para ceder los terrenos que constituyeron la capilla de los padres de San Agustín y destinarlos a la reedificación de nueva iglesia.

Contacta

La Voz Edita y Comunica

Candasnos 1, 2ºA
22520 Fraga
Teléfono: 974 471 487

lavoz@lavozdelbajocinca.com

Síguenos