Los hospitales de Fraga en 1445

Todo apunta a que la villa de Fraga llegó a tener al menos cuatro hospitales en 1445. Esta atención hospitalaria representaba la herencia de años precedentes, pues en la citada fecha se mostraban ya la villa en un estado deprimente. Seguramente, como consecuencia de los años de pestes, que empezaron con la mortífera de 1405. La ausencia de camas, colchones, mantas, o lámparas en ellos, debió ser consecuencia de purificaciones y desinfecciones a causa de los apestados en ellos alojados. Aquellos hospitales de Fraga tuvieron nombre propio: Santa María, San Jaime, San Vicente y el Hospital de Miranda. Conozcamos algunas noticias de cada uno de ellos.

Fraga en el caso de los Pastorells (y 3)


Durante el mes de agosto de 1320 se ejecutó en último suplicio a una cuarentena de Pastorells en Barbastro, Huesca y Jaca, lugares de regreso de los franceses. Sus cuerpos debieron ser exhibidos en lugares públicos como una fórmula de inhibición y manifestación del poder real. Las multas, siempre muy elevadas, ocuparon numerosas causas. Inclusive se ejecutó en forma pública al aragonés Pedro Sánchez Lazcano, por haber ayudado y conducido hacia Barbastro a los dichos Pastorells. No obstante, se le conmutó el suplicio de la horca por el de decapitación, por ser hijo de caballero.

Fraga en el caso de los Pastorells (2)

Los Pastorells franceses llegaron a Barbastro donde recibieron la orden de los oficiales reales y autoridades locales de regresar a su patria. Allí se les notificó que la supuesta cruzada al reino de Granada había sido desconvocada. Su presencia, por los sucesos ocurridos en días inmediatos no sólo no era grata, sino que debía regresar a su patria antes del último día de mes. Los hallados después de esa fecha serían represaliados y ejecutados. Con el fin de que no escaparan sin castigos, algunos de ellos fueron conducidos por caminos erróneos, sin salida, de forma que se les pudiera prender fácilmente, tal como ocurrió.

Fraga en el caso de los Pastorells (1)

En las primeras décadas del siglo XIV, en Francia deambulaban numerosos mendigos y soldados en paro. Desde el rey al último peón anhelaban una nueva cruzada europea para solucionar la pobreza y mendicidad, o sea, se planteaban la solución de la crisis económica y religiosa, no en la producción agrícola y la tolerancia a las diferencias, sino en la rapiña y la eliminación de las minorías religiosas.

Fraga, gente de frontera

Los siglos X y XI trajeron una importante novedad para la historia del Cinca Medio. Los reyes aragoneses, deseando ensanchar su reino, se propusieron la conquista de Monzón y de Barbastro. Sancho Ramírez de Aragón se hallaba en 1089 a las puertas de Monzón, precisamente el mismo año que obtenía del papado la autorización de proseguir su objetivo como una cruzada. En el Libro Verde de la Catedral de Lérida quedaron reflejadas las aspiraciones del nuevo cruzado aragonés, “por el Este hacia la Clamor de Almacellas, y por el Sur con Albalate de Cinca y Zaidín”. Aspiraciones que recogía su hijo el infante Pedro en 1092, y que dejó escritas en documento conservado en el Archivo de la Corona de Aragón (perg. Ramón Berenguer II, nº 79): El futuro reino de Monzón debía llegar “Hasta Raymat, Almacelles, Sucs y Gimenells y pasando por Zaidín...”. Es decir, las aspiraciones aragonesas de Sancho Ramírez y de su hijo Pedro dejaban fuera de sus aspiraciones a Fraga y sus términos.

Migraciones sarracenas hacia el Baix Segre (y 2)

No es de extrañar que el nuevo sistema feudal practicado por los cristianos provocara el mencionado éxodo de muchas de las aljamas sarracenas. Por un lado, hay que recordar que se les obligaba a construir casas en un arrabal de la villa, o sea, fuera de las murallas cristianas, e incluso a vivir amurallados en su propio barrio, como una fórmula de control de los mismos. Es verdad que se les permitió volver a construir mezquitas en cada uno de estos barrios, o a regirse por leyes coránicas, pero estaban supeditados a las leyes cristianas cuando convenía.

Templarios en el Bajo Cinca

Nuestra intención es ofrecer el testimonio de la presencia de los templarios en el Bajo Cinca. Esta orden militar, fundada en Jerusalén para la defensa del templo de Salomón, se convirtió, junto a la Orden de Hospital de San Juan de Jerusalén y a la Orden de Santo Sepulcro de Jerusalén en los defensores de los peregrinos hacia la ciudad Santa. Pero también fueron excelentes aliados de los reyes de Aragón en la expansión cristiana.

Asedios de Fraga por Alfonso (1130-1134)

Desde 1127 la rápida y espectacular expansión territorial de Alfonso I de Aragón pierde intensidad. Su creciente deseo de extender Aragón hacia el mar, llegando por el Ebro a Tortosa, se encuentra con nuevas dificultades: por un lado, los castellanos regidos por Alfonso VII de Castilla amenazan las fronteras orientales aragonesas; por otro, los condes catalanes aspiran a llegar al río Cinca. Además, los aragoneses no tienen gente suficiente para repoblar tan vastos territorios reconquistados.

Pleito en Bujaraloz, 1690

Don Carlos Antonio Spinelli, Príncipe de Cariati y Virrey de Aragón, aconsejado unilateralmente por los ganaderos de Bujaraloz, intervino en una disputa entre vecinos, disputa que llegó a tomar matices de argumento teatral al estilo de Fuenteovejuna de Lope de Vega.

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