Desde hacía tiempo la familia romana de los Colonna había demostrado su poder oponiéndose al poder de los papas. El cardenal Colonna y su hermano Fabricio Colonna protagonizaron la revuelta más sangrienta conocida como “el Saco de Roma”, llenando el puente de Sant Angelo de cabezas de insurrectos usados por el papado. El hermano del cardenal se vio obligado a exiliarse hasta la muerte del papa en el 1549. Sus hijos, al parecer, Antonio, Edoardo y Próspero Colonna se vieron rechazados asimismo por el papa y, después de las revueltas, el segundo de lo nombrados –Edoardo- vino a España acompañando a su tío el cardenal Colonna. Este Edoardo Colonna adoptó el sobrenombre de Santángel, precisamente cuando vino a parar a la villa de Fraga.
Habiendo regresado de Roma a España, vino a pasar por la villa de Fraga tan ilustre familia, entrando en la villa el mismísimo cardenal con su pariente Edoardo. Pero el joven, oprimido por unas graves y prolongadas fiebres, tuvo que quedarse en la villa largo tiempo. Entonces se hizo llamar Edoardo Colonna de Santángel, porque era también el sobrenombre del cardenal Colonna de Santángel; sobrenombre que adoptó después de los sucesos de Roma. En la espaciada estancia en Fraga del joven Edoardo acabó contrayendo matrimonio con Violante de Bardaxí, de cuya unión nació un hijo llamado Sebastián Colonna de Santángel, que también se crió y casó en la villa de Fraga con Catalina Ça Cirera, de cuyo matrimonio nació un varón llamado Juan Colonna de Santángel.
A su vez, la hermana de Catalina Ça Cirera, Isabel Ça Cirera, había contraído matrimonio con Machin de Vera, de quien tuvo por hijo a Juan de Vera Ça Cirera, primo hermano de Juan de Colona Santángel. El dicho Juan de Vera, hijo de Isabel, contrajo matrimonio con Leonor del Río, de quien tuvo un hijo llamado Galcerán de Vera que adoptó el sobrenombre de Santángel por disposición testamentaria de su pariente Juan Colonna Santángel, a quien dejaba heredero con la condición de abandonar el nombre de Vera y adoptar el de Santángel, para que así en la villa de Fraga quedase perpetua memoria del paso del cardenal Colonna Santángel, en cuya compañía había llegado su abuelo Edoardo Colonna.
Galcerán de Santángel casó con Juana de Vera, hija del Machin de Vera, o sea, con su tía, que tuvieron por hijos a Miguel de Vera, por sobrenombre Santángel, que fue canónigo en la Seo de Zaragoza; y a Bartolomé de Vera, por sobrenombre Santángel, letrado en Zaragoza. Bartolomé de Vera Santángel se casó con Isabel de Cornellana de quien tuvo por hijo a Agustín de Vera de Cornellana, que su vez contrajo matrimonio con Ángela de Lanzano en el año 1581. De éste último enlace nació una hija –Elena de Vera y Lanzano- que ingresó en el monasterio de Casbas, posiblemente en 1590, fecha en la que el padre solicitó su primera autorización del Gobernador General de Aragón para pasar a América en busca de fortuna. En 1594, el dicho Agustín de Vera se hallaba en Sevilla donde declaraba que nunca había sido penitenciado, ni era de ascendencia mora ni judía. Con el auxilio de varios testigos de Fraga y Lérida que halló en la capital del Guadalquivir, tales como: Pedro de Vera, Francisco de Campos y Miguel Giner, volvió a solicitar el embarque a América, pudiendo al fin, en 1598, tomar asiento en un navío, como criado de don Francisco de Ávila Barrena que se dirigía la isla Margarita (Venezuela).