Baltasar Amador, con los estudios de derecho recién obtenidos, pasó a desempeñar el oficio de abogado en su localidad, ocupando una vacante que se había producido aquel mismo año de 1595. Durante dos años, defendió con acierto numerosos casos ante la Audiencia del juez y justicia de Fraga. Pasado ese tiempo, noticioso de una vacante en la cátedra de lectura de Derecho en el Estudi de Lleida se trasladó a dicha Universidad, donde desempeñó su cátedra desde noviembre de 1597. Había obtenido dicha plaza por oposición el día 26 del mismo mes, pero sólo estuvo en ella un año; pues en el mes de noviembre de 1598 dejó Lleida para pasar de nuevo a su villa natal. En Fraga continuó en el ejercicio de la abogacía, hasta el día de San Lucas, fecha en la que se reintegró a la misma cátedra. Después de esta segunda docencia universitaria, y tras dejar en ella a un sustituto, se trasladó a la capital de Aragón, ciudad que convirtió en su residencia ininterrumpidamente hasta el fin de sus días.
En el año 1603 se le presentó la oportunidad de ser catedrático en la Universidad de Zaragoza, y dado que la cancillería real de Barcelona daba por hecho su traslado a capital del Ebro, quiso formalizar la cuestión. Para lo cual pidió el testimonio del justicia de Fraga, Miguel Joan Pallas, quien afirmó en su favor que su experiencia en Fraga como abogado había sido excelente. En audiencia celebrada por dicho justicia se presentó también como aval Gregorio Amador, su hermano, quien solicitó la firma de un memorial testificado. Los testigos que se presentaron en su favor fueron Miguel Joan Limiano y Pedro Barrafón, ambos presbíteros de Fraga; así como Gaspar Limiano y Miguel Baguena, también vecinos de la villa. Todos ellos juraron sobre la Biblia y la besaron en señal de veracidad de lo dicho. En el memorial se afirmaba que Gaspar de Mur, vecino de la villa, le llevó ropas, y libros, hasta la capital aragonesa, a finales del año 1598. El documento lleva la firma de Joan de Foradada, notario de la villa.
Una de las primeras y más brillantes actuaciones de nuestro fragatino en la capital de Aragón quedó reflejada en un proceso civil, impreso en 32 hojas, redactado en el año 1605, del que se conservan varios ejemplares, uno de ellos en la Biblioteca Universitaria de Zaragoza con signatura G-72-32(2). En él hace una defensa a favor de la iglesia de la Virgen del Pilar de Zaragoza, sobre las demás iglesias catedrales del Reino de Aragón. Fue asesor del Justicia de Aragón al menos entre los años 1611 a 1621, y autor de diversas obras literarias. El doctor Baltasar Amador llegó a ocupar una plaza en la sala de lo criminal en sustitución del doctor Gerónimo Marta. También existen noticias de que fue regente en Cerdeña. En el año 1626 el rey libró un orden para que abonaran por servicios por la cantidad de trescientos ducados de pensión para dos hijos suyos, por su buena actuación en las Cortes de 1627. Nuestro ilustre fragatino falleció con anterioridad al mes de diciembre de 1628. Su viuda, Dª Francisca Luisa Tolón, y sus nueve hijos solicitaron la ayuda prometida por el rey. En su consecuencia, el monarca determinó que se ofreciera una pensión vitalicia a la viuda y a su hijo mayor, llamado también Baltasar Amador, en concepto de canongía en Zaragoza. Entre otras diversas ayudas los Amador de Fraga-Zaragoza, percibieron 1.400 reales.
Baltasar Amador tuvo escudo nobiliario propio: sobre fondo de plata una ballesta de sable apuntando a una estrella de azur situada a la derecha de la cabeza. Asimismo el parentesco de los Amador de Fraga estuvo unido, además de a los La Figuera, por su madre, y a otros linajes como los Limiano y los Carvi. Veamos la siguiente fe de bautismo celebrada en Fraga en el año 1613: “a 30 de henero batizé a Gerónimo Valero Carvin, hijo legítimo de Leandro Carvin y de Gracia Limiano. Compadres Gregorio Amador y Mariana Limiano”. Un tío suyo, Tomás Limiano, capitán y militar, fue el responsable en Fraga de llevar a cabo el proceso de expulsión de los moriscos de la villa.
Los Amador continuaron en la villa, donde encontramos a su hermano Gregorio Amador, justicia que fue de la misma, hasta el año 1630 fecha en la que falleció en una reyerta ocurrida en las calles de la villa.