El infante Juan (1)

El infante Juan era hijo del rey Jaime II y de la reina doña Blanca d’Anjou. Nació en 1301. Era el tercero de la larga descendencia de dicho rey, y fue educado en la cartuja de Escala Dei de Tarragona. De inmediato fue ofrecido por su padre a la iglesia, de donde iba a obtener toda clase de dotaciones económicas. Su carácter era de temperamento dócil y de complexión enfermiza, refugiándose en reacciones espirituales y en la cultura. Lo traemos aquí por su relación con un fragatino de su tiempo.

Torsura papal

El Jaime II solicitó del papa Clemente VI, en 1306, la abadía de el monasterio oscense de Montearagón para su hijo de cinco años, pero previamente debía ser envestido en clérigo.  El en año 1311, el infante se trasladó a Francia al encuentro del papa en Avignon para que fuera torturado; le acompañaba Berenguer de Cardona quien había de gestionar todo lo necesario. Se sabe que descansó en el monasterio de Fontfreda, dependiente del cister de Poblet. La comitiva que acompañaba al infante estaba compuesta además de numerosos caballeros y personalidades notables como eran: Miguel Jiménez de Urrea obispo de Tarazona, el caballero Vidal de Villanova que dirigía la comitiva por orden real.

El fragatino Raymundo Dezpont o Ponte, obispo de Valencia en 1311, solicitó del monarca la llave de la caja que en Barcelona guardaba una corona y un sombrero de sol que fueron de la reina Sancha, que deben empeñarse para contribuir a los gastos del infante Juan ante el papa. El 22 de mayo del citado año de 1311 el papa Clemente II le recibe en Avignon, donde hace la tonsura con sus propias manos el 11 de junio. Podría decirse que fue torturado gracias a la intervención del fragatino Raymundo Pont o Ponte. Dos meses después, el infante Juan estaba en Barcelona, donde manda su padre que se quede un tiempo en compañía de sus hermanos Jaime y Alfonso. A la comitiva del infante la reclama en Huesca para que le expliquen los pormenores del viaje y visita papal. También fue designado como Deán de Burgos.

Abad de Montearagón

En 1312 el rey emprende camino hacia Valencia, pasando Lérida, por Monreal y Calamocha de Teruel. Al llegar a Lérida el monarca manifestó su deseo de permanecer unos días y desea encontrarse en dicha ciudad con su hijo Juan y el infante Pedro, con quienes seguirá el viaje. En Valencia todo se dispuso para que fueran alojados en la casas del almirante Roger de Lauria o Llúria. A la comitiva se une Ramón Gastón, canónigo de Valencia. No se hallaba el obispo de Valencia, el fragatino Ponte, porque había fallecido en Tarragona a finales de 1312.  

La infanta doña Blanca, hija también del rey Jaime II y hermana del infante Juan, fue nombrada abadesa del monasterio de Sijena. Preocupada por unas fiebres contraidas por su hermano Juan escribe a su padre interesándose por la salud del hermano, que en 1313 en nombrad a título honorífico Virrey de Aragón. El padre tranquiliza a su hija notificándole su mejoría de su hermano Juan.

En la primavera de 1314 el infante Juan, junto a su hermano Ramón Berenguer, se hallaban camino de Montblanc donde fueron acogidos los jurados y prohombres y especialmente en la casa de los herederos de Galcerán de Villafranca. En Montblanc coge una infección que obliga a que los trasladen al convento de frailes predicadores con su hermano, y de allí fue recomendado por el canónigo de Barcelona y Lérida, miembro de su comitiva, Galcerán de Barberá, su traslado a la villa de Valls. En enero de 1315 el citado canónigo y consejero real recibe instrucciones para que los infantes que están con él vistan de luto como muestra de sentimiento por la muerte del rey de Francia Felipe IV. Al final de ese mismo año el tesorero real Pedro March efectúa un ingreso a las cuentas del administrador del infante, Jaime de Olzet, por la cantidad de 10.000 s.b. para los gastos de don Juan.

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