Cuando su baja se haga efectiva, el actual equipo de gobierno PP-PAR tendrá el mismo número de consejeros que el PSOE, doce. La gobernabilidad de la Comarca está en el aire.
Adolfo Navarro, concejero del PAR en el Consejo Comarcal del Bajo/Baix Cinca, abandona su grupo y pasa al grupo mixto. En una carta remitida al presidente de la Comarca, su hasta ahora compañero del PAR Francisco García, Navarro justifica esta decisión en la política de recortes que los gobiernos del Partido Popular están practicando, tanto en Aragón como en España. “Gobernar en este momento con el Partido Popular es hacerse cómplices de una regresión sin precedentes desde la llegada de la democracia”, dice Adolfo Navarro en el escrito presentado. A este motivo añade, además, “la escasa democracia en el funcionamiento de los órganos de gobierno de la Comarca”, así como “la absoluta falta en general de información a los consejeros comarcales respecto a los asuntos de responsabilidad y gestión del Consejo Comarcal”.
La baja de Adolfo Navarro del grupo comarcal del Partido Aragonés deja al equipo de gobierno, integrado por los consejeros del Partido Popular (9) y del PAR (3), con el mismo número de consejeros que el grupo socialista (12). El ya tránsfuga se convierte, así, en pieza clave para la gobernabilidad de la Comarca del Bajo Cinca.
La decisión de Adolfo Navarro se hacía pública el martes 18 de diciembre. Hasta el 26 de diciembre (fecha de cierre de esta edición) ninguna de las tres formaciones políticas que componen el Consejo Comarcal se había pronunciado públicamente sobre su carta.
Adolfo Navarro es concejal del PAR en el Ayuntamiento de Torrente de Cinca, gobernado por el PSOE. Es consejero comarcal del Bajo Cinca desde 2012. Como miembro del equipo de gobierno PP-PAR, ha dirigido las consejerías de Residuos Sólidos Urbanos y Medio Ambiente.
LOS MOTIVOS
Recortes y falta de democracia interna
En el escrito presentado junto a su solicitud de baja del Grupo Comarcal del PAR, Adolfo Navarro afirma que «la gestión del Partido Popular al frente de los Gobiernos de Aragón y de España está conduciendo a nuestra comarca a un retroceso que nos lleva a los año del advenimiento de la democracia. Todo ello contando con la anuencia y dócil apoyo de los responsables políticos del Partido Popular en la comarca, que en ningún caso se han desmarcado de una dinámica que ha sobrepasado ya todos los niveles soportables.»
Cita, como ejemplo, algunas medidas que están perjudicando al Bajo Cinca: «el abandono prácticamente generalizado de los programas de Desarrollo Rural, que preveían inversiones en torno a los cinco millones de euros para nuestra comarca; el recorte en los apoyos económicos a las escuelas infantiles, que tan negativas consecuencias tendrá para el mantenimiento de las cuatro existentes en el territorios (Ballobar, Belver, Fraga, Osso y Torrente); el desmantelamiento del Centro de Profesores y Recursos de Fraga; la supresión de los programas de colaboración Inaem-corporaciones locales; el cierre anunciado del Centro de formación del Inaem de Fraga; los recortes que ponen en riesgo servicios muy demandados por la ciudadanía y muy especialmente aquellos que afectan a sectores de población más frágil, como la teleasistencia (283 usuarios en el Bajo Cinca) o el cobro anunciado del transporte sanitario para terapias de larga duración como la diálisis; la precarización a causa de los recortes en la financiación, de servicios muy consolidados en todo el territorios como educación de adultos, así como en general de los servicios educativos de la comarca, que han sufrido la supresión de 22 docentes; la supresión de dos obras tan trascendentales para la movilidad dentro de nuestro territorio y su comunicación con el exterior, como el nuevo puente entre Velilla de Cinca y Zaidín y la mejora de la carretera Fraga Huesca por Sariñena; actuaciones previstas dentro del Plan RED de carreteras que, si no se hubiese anulado dicho plan, estarían ya en ejecución».
A ello se suma, según consta en el escrito, «la escasa democracia en el funcionamiento de los órganos de gobierno de la Comarca, cuyos plenos y comisiones apenas se convocan y cuando lo hacen no es en tiempo y forma, lo que convierte a los mismos en meros tramites; así como la absoluta falta en general de información a los consejeros comarcales respecto a los asuntos de responsabilidad y gestión del Consejo Comarcal, impidiendo de esta forma el trabajo y la aportación de los consejeros, en un momento en que tanta falta haría aunar esfuerzos.»
Todo ello -concluye- le ha llevado a tomar «una decisión difícil, para evitar ser mera comparsa de unas formas de actuar que, tanto en lo general, como en lo específico que afecta al citado funcionamiento del Consejo Comarcal, no se comparten».
Noticia publicada en La Voz núm. 1632, de 1 de enero de 2013