Las ventas del Rey posada de Fraga

Se conoce en Fraga como Ventas del Rey un antiguo mesón u hostal de caminantes situado entre Fraga y Candasnos, junto a la actual Nacional-II. En esa misma dirección señalan los mapas un puesto de menor importancia -y de poca trascendencia arquitectónica- conocido como El Ventorrillo. Está situado antes de las mencionadas Ventas del Rey. Coincidiendo con la mencionada carretera existió un ramal del llamado camino de Santiago, ruta medieval que transportaba a los peregrinos a Santiago para visitar y venerar la tumba del apóstol. Para entender mejor esta ruta debemos señalar que venía desde el monasterio catalán de Monserrat, pasando por Jorba, La Panadella, Tárrega, Palau de Anglesola, Bell-lloc, Lleida, Alcarrás, y Barrio de la Llitera de Fraga. En esta partida se dividía en dos ramales, uno siguiendo la antigua vía romana hacia Massalcoreig, y el otro siguiendo el camino real a Fraga, que pasaba por el actual Club de tenis. Éste última vía cruzaba Fraga por su puente y seguía su ruta por los citados Ventorrillo y Ventas del Rey.

Un ramal del camino de Santiago que pasaba por Fraga, se separaba de ésta por la actual carretera de Miralsot, ermita de San Valero, Velilla de Cinca, Santa María de Chalamera, Ballobar, Ontineña, monasterio de Sijena y seguía la ruta hacia Huesca.

El nombre más antiguo es de Buarz, Boarz, y Buarç, y no sólo era una posada, sino un poblamiento. En 1234 estaba bajo dominio del monasterio de Sijena por acuerdo con los hombres de Fraga, hasta que el rey Jaime lo cedió a Guillem de Montcada y a los hombres de Fraga después de 1255, fecha en la que era señor de Peñalba y de Buarz don Pedro de Lobera. Históricamente, el término de Fraga tuvo numerosas aldeas, algunas vigentes en el siglo XIII como Orrios, Armajal, Calavera, Buarz, Torreblanca. Otras vigentes hasta 1377, como Cardell, Vermell, La Almunia. Otras llegaron al siglo XV como Miralsot, y Mont·real.  En la misma década tenía iglesia propia dedicada a San Julián. El hecho de que la villa de Fraga se vendiera este lugar hacia 1390 trajo diversos conflictos entre vecinos de la villa.

Son escasas nuestras noticias para el siglo XVI. Se sabe que disponía de una capilla dedicada a San Julián, en estado deplorable, siendo rector de la misma Miguel Pallás, quien rezaba 20 misas anuales en ella.

Un viajero del siglo XVIII, André Tissot, en su libro Voyage de Pierre Jaquet-Droz... recoge su experiencia al paso por las Ventas de Fraga o de Buarz. En ellas pidió alojarse y logró anotar en su libro de memorias la triste experiencia en las mismas: Lo único bueno que pudo escribir fue que la cama estaba llena de pulgas. Nos recuerda, así mismo, que las ventas estaban ubicadas en la plana, en edificio totalmente aislado, y que su carruaje acabó siendo su dormitorio.
En 1787 Antonio Ponz, viajero de la ilustración que visitó la ciudad de Fraga, se dirigió al lugar de Candasnos y en el intermedio se paró en las llamadas ventas de Fraga, la posada que la villa tenía entonces en explotación o arriendo. El viajero Ponz refiere que las Ventas estaban necesitadas de amplias reformas. El 30 de junio de 1802 el cura de la comunidad de San Pedro de Fraga, Antonio Obis, certificó haber pasado a reconocer la iglesia dedicada a San Julián, nuevamente reconstruida, la cual bendijo en nombre del obispo de Lérida.

Como consecuencia de las guerras carlistas, algunas iglesias y ermitas sufrieron daños de expolio, abandono y destrucción, que se evidenciaban en 1847. Es el caso de la ermita de Santa Ana, sobre un montículo de Fraga, o las rurales de Torreblanca, Cardell y Buarz. Precisamente Buarz sufrió el encuentro de las tropas isabelinas y carlistas a las que elude el insigne Salarrullana es sus estudios sobre nuestra localidad. En dicho lugar, don Juan Delatre derrotó a los carlistas dirigidos por los hermanos Tristany. Posteriormente, en 1855, las ventas de Buarz alojaban a la guardia civil, destacamento que dependía de Fraga, y por cuyo alojamiento cobraba un alquiler. La función de la Guardia Civil en ese trayecto consistía en frenar los asaltos a viajeros y al correo nacional.

La noticia más reciente históricamente es del año 1910. Las Ventas de Rey o de Buars disponían en sus cercanías de diez edificios construidos, aunque solamente vivían en ellos tres personas de forma estable. El resto servían de residencia temporal en la época de labores del campo.

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